1. Mejora de la Autoestima: Los niños con TDAH suelen recibir críticas por comportamientos impulsivos o por tener dificultades para cumplir con expectativas escolares o sociales. Estas críticas, si no se manejan adecuadamente, pueden erosionar su autoestima, haciéndoles sentir que no son lo suficientemente buenos o capaces.
Brindar apoyo emocional ayuda a contrarrestar estas experiencias negativas, ofreciendo una visión más equilibrada de sus fortalezas y áreas a mejorar. Es crucial que los niños con TDAH se sientan valorados y comprendidos, lo que mejora su percepción de sí mismos y fomenta una actitud más positiva hacia sus desafíos.
2. Reducción de la Ansiedad: La ansiedad es común en los niños con TDAH, especialmente cuando enfrentan situaciones que demandan un alto grado de organización, enfoque o control emocional. Estos niños pueden sentirse abrumados o inseguros sobre su capacidad para cumplir con las expectativas. El apoyo emocional adecuado reduce esta ansiedad al ofrecer un espacio donde se sientan aceptados y comprendidos, sin la presión constante de ser “perfectos”.
Estrategias como enseñar técnicas de relajación y brindar seguridad emocional son clave para disminuir el estrés.